¿Alguna vez te haz preguntado qué tipo de piedra utilizamos en nuestros anillos, pulseras, aretes y dijes? Bueno, si es así, la respuesta es muy fácil y nunca te lo imaginarías: Zirconia. Pero, a que no sabes de donde se obtiene esta piedra, no te preocupes, aquí te contamos TODO.
Lo primero que tienes que saber es de donde se obtiene, y es que en realidad la zirconia cúbica o sólo zirconia, como la conocemos comúnmente, fue descubierta por un químico alemán llamado Martin Henrich Klaproth e inicialmente lo descubrió como un mineral llamado óxido mineral zirconio que más tarde se utilizó para la fabricación de dicha piedra semipreciosa.
Lo más llamativo de la Zirconia es su gran parecido con el diamante, por la manera en que está fabricada, y la forma que se le otorga, muchas veces se puede confundir, sin embargo, la gran diferencia entre uno y otro es la autenticidad, por su puesto que el diamante es una gema inigualable ni siquiera se parecen entre sí, es decir, cada diamante posee un defecto natural que los hace únicos, además de que su obtención es muy laboriosa debido a su origen como material volcánico.
La piedra zirconia es rígida por su fabricación, por lo tanto muy pocas veces podremos observar ralladuras en su exterior y lo único más duro arriba de él es el diamante.
¿Cómo limpiar tu zirconia?
En realidad es muy fácil limpiar tu piedra, puedes utilizar un cepillo de cerdas delgadas, un poco de agua y el jabón liquido de tu preferencia.
El primer paso es sumergir en un recipiente con agua jabonosa la piedra y en mientras permanece adentro del agua proceder a cepillar.
¡Ten cuidado! Si tu piedra se encuentra en alguna prenda fabricada con acero o simple metal, es muy probable que esta se descolore o en caso de metal, se oxide, debido al agua y la humedad, si se encuentra incrustado en alguna de estos metales, es mejor simplemente pulir la pieza con un trapito de algodón seco.
Si tu piedra se encuentra incrustada en plata 925, no hay problema, la puedes sumergir en agua, recuerda que la plata NO SE OXIDA.